Autor(es): José de Jesús Velásquez Navarro, Helga Patricia Frola Ruiz
1a Edición, julio de 2012
ISBN: 978-607-9301-06-4
Resulta sorprendente la cantidad de foros, conferencias mundiales cursos y declaraciones de las Naciones Unidas, contundentemente, de impacto internacional y regional que se han realizado durante los últimos 20 años para introducir a los maestros de educación especial y de educación regular en nuevas formas de ofrecer los servicios de apoyo en las escuelas regulares, es decir, sin derivar, canalizar o “deshacerse” del niño que presenta alguna problemática, enviándolo a instituciones diversas, especializadas, o simplemente a la escuela de la colonia siguiente. En lugar de mantenerlos en su grupo de maestros y compañeros de siempre, pero desarrollando estrategias de intervención curriculares que permitan al niño acceder al programa educativo.
Pareciera que el proceso de cambio ha sido lento, insuficiente y doloroso, quedan lagunas aún, a pesar de los ya casi 20 años que estas modificaciones se iniciaron.
Lograr escuelas incluyentes es un proceso que simultáneamente debe incidir en todos los involucrados, maestros regulares y maestros especialistas en servicios de apoyo, padres de familia y comunidad en general; para ello es necesario un programa que allane el terreno donde se construirán las escuelas integradoras que elimine las barreras para el aprendizaje y la ´participación, no sólo para consolidar los cambios sino para cimentar una verdadera cultura de la diversidad que finalmente sería el propósito a largo plazo, no solamente un cambio curricular o de modelo de enseñanza.
Este libro pretende dar elementos para lograr tan anhelada meta, el contenido ha surgido de un esfuerzo sostenido y sistemático a lo largo de más de dos décadas, hoy se retoma y se actualiza a la luz de las reformas curriculares vigentes para brindar apoyos metodológicos que permiten resolver los múltiples “cómos” que hay en la educación incluyente.
Tomemos en cuenta que la educación es un derecho fundamental de los seres humanos, y estos no se mendigan, se exigen.