La versatilidad de la autora, Patricia Frola Ruiz, queda comprobada en esta obra, donde manifiesta su amor por la letra escrita, sumando a su ya extensa literatura académica, con más de veinte obras editadas, esta nueva publicación, en donde el protagonista es su “primer nieto”, quien desata la inspiración para recordar desde la infancia hasta este momento en que “ser abuela” le permitió tener el motivo para escribir todo lo que aquí encontrará el lector.
En palabras de ella misma, nos dice: “… este poema salió de un instante de crucero, cuando el papá en un discurso que duró 4 segundos desató la taquicardia de toda la concurrencia. ¡Estamos embarazados!... ¡y la luna enmudeció! Pero yo salí de un salto a abrazar al caballero que me asignó el noble cargo, serás abuela señora… y el cargo me enamoró”
Y así fue y entonces se comprueba lo que dicen que ser abuela o abuelo, es lo más parecido a volverse a enamorar y en definitiva, la autora ha vivido este sentimiento de amor inigualable, dando por resultado que todos podamos disfrutar a lo largo de este libro, esas líneas que provocan animarse con la alegría compartida.
Los poemas están distribuidos por temas, cada uno con un título ocurrente, entre los que podemos mencionar: El bebé come crayolas, naranjo agrio hace mermelada, abuela vegana, dos alas para la novia, mi niña no escribe, ¡ baila ¡, y en el hilo de un permiso,
En palabras de ella misma, nos dice: “… este poema salió de un instante de crucero, cuando el papá en un discurso que duró 4 segundos desató la taquicardia de toda la concurrencia. ¡Estamos embarazados!... ¡y la luna enmudeció! Pero yo salí de un salto a abrazar al caballero que me asignó el noble cargo, serás abuela señora… y el cargo me enamoró”
Y así fue y entonces se comprueba lo que dicen que ser abuela o abuelo, es lo más parecido a volverse a enamorar y en definitiva, la autora ha vivido este sentimiento de amor inigualable, dando por resultado que todos podamos disfrutar a lo largo de este libro, esas líneas que provocan animarse con la alegría compartida.
Los poemas están distribuidos por temas, cada uno con un título ocurrente, entre los que podemos mencionar: El bebé come crayolas, naranjo agrio hace mermelada, abuela vegana, dos alas para la novia, mi niña no escribe, ¡ baila ¡, y en el hilo de un permiso,